Agradecido por el Mundo que Veo a Través de mi Cámara

Hay un ejercicio que pongo en práctica muchas veces cuando estoy en una situación que me supera positivamente. Me tomo un momento para frenar. Me alejo, me pongo en una perspectiva distante. Figurativamente hablando. Me he encontrado muchas veces en situaciones increíbles, rodeado de personas que admiro, en lugares a los que nunca pensé que tendría acceso. Y en algunas ocasiones me he dicho: “Todo esto está pasando gracias a una cámara. Gracias a haber elegido hacer esto con mi vida”.

No me refiero solo a la cámara como objeto, sino a todo lo que representa: el camino que elegí, los riesgos que tomé, el trabajo que puse, y también el contexto que ayudó a que este tipo de trabajo tenga valor. Porque hoy más que nunca, el mundo necesita contenido. Las marcas, los artistas, los eventos... todos buscan conectar a través de lo visual. Y ahí estamos nosotros, los que amamos contar historias con imágenes, ocupando un lugar inesperadamente importante.

Gracias a esto, he conocido personas que solo veía por pantalla. Tuve conversaciones con artistas que escuchaba en mi adolescencia. Estuve detrás de escenas, en camerinos, en estadios, en yates, en lugares que de otra forma jamás habría pisado. A veces no lo puedo creer. Y me doy cuenta de que muchas de esas cosas ocurrieron simplemente por estar haciendo mi trabajo con dedicación y con una cámara en la mano.

A veces cuesta verlo en medio del estrés de las entregas, algunos tratos cuestionables, los cambios de último momento o las jornadas eternas de rodaje. Pero cuando uno frena, aunque sea unos segundos, puede ver el panorama con claridad: estoy viviendo experiencias únicas gracias a lo que elegí hacer.

Este blog es solo una parte de la historia. Quise centrarme en todo lo bueno que me trajo esta profesión. Pero también hay otra cara, que merece su propio espacio: la parte menos romántica, los sacrificios, el cansancio, las dudas, lo que no se ve en redes. De eso voy a hablar en otro post.

Hoy, solo quería agradecer. A la vida. A la cámara. Y a mí mismo, por haberme animado.